ANOMALÍAS


Llamamos "anomalía psicológica" al problema causado por la falta de apoyo e investigación sobre un problema paranormal que afecta al sujeto; a algo que en muchos casos no tiene origen en la psicología, sino en hechos que sólo pueden resolverse tras una investigación de carácter paranormal.
A veces son fenómenos que puede generar el sujeto, pero que excede a las capacidades humanas normales. Algunas personas entran en depresión cuando han vivido un episodio que no pueden explicarse a si mismos ni compartir con nadie, y requieren auxilio psicológico para superar esas sensaciones de aislamiento y soledad.

Un ejemplo de ello, son algunas de las "posesiones diabólicas" (no todos los casos). Pero inicialmente, ante fenómenos no explicados por la psiquiatría y la psicología clínica, hay que realizar un prediagnóstico con mente abierta.
Según una estadística comentada por un sacerdote especialista en exorcismos, uno de cada 27 casos estudiados por él y un equipo de psicólogos, resultó ser pasible de exorcismo. Su estadística personal se elaboró en varios países de Sudamérica hace ya algunas décadas, pero dicho porcentaje puede variar según la cultura de la que se trate. Nuestro equipo tiene al respecto una visión más amplia que la religión, porque combina ciencia con conocimientos esotéricos, que las religiones han monopolizado o distorsionado según sus seculares intereses.

Es decir que en el fondo, la religió tiene el mismo problema que la ciencia académica ultraortodoxa: DOGMAS. Unos por el interés del dominio espiritual de las masas, los otros por las imposiciones del mercado de medicamentos.

Existe una gran cantidad de casos que no están debidamente abordados por la psicología académica y menos aún por la psiquiatría, que niega todo fenómeno fuera de las psicopatías, drogando a las personas que caen en sus manos, en vez de averiguar si los fenómenos corresponden a trastornos e imaginaciones paranoicas, oligofrénicas o esquizofrénicas, o si en verdad existe "algo" más allá de sus narices.
En la experiencia de nuestro grupo profesional hemos conseguido resolver situaciones cuyos origenes se remontaban a vidas anteriores y se ha efectuado comprobaciones metódicas en cada caso, con el más exigente criterio científico.
Ver fantasmas, oír voces extrañas, recordar cosas que no se han vivido con el cuerpo actual, conocer lugares donde nunca se ha estado, viajar "en sueños" a lugares que luego se comprueban como existentes, no es cosa exclusiva de enfermos mentales.  Estos no dicen cosas que puedan ser comprobadas, pero otras personas pueden demostrar sus afirmaciones, de modo que siempre hay que atender a toda posibilidad.
Si bien el porcentaje de casos realmente anómalos es muy pequeño, dentro de una enorme cantidad de mitomanías, delirios y otras cosas tratables en unas pocas consultas, la mayoría de esos casos anómalos tratados por psicólogos abiertos a la investigación, resultan factibles de comprobación científica indiscutible. 
Por eso el personal clínico de nuestro equipo está capacitado para detectar los casos de anomalías y cuenta con personal  con conocimientos parapsicológicos, especialistas en investigar dichos casos. 
En la psicología ordinaria y la psiquiatría, esos casos anómalos no son detectados porque se presupone que toda persona que vive una experiencia rara "está chiflada". Los médicos y terapeutas se empeñan en encontrar el diagnóstico más adecuado y en recetar algo que debe haber para ello, en vez de analizar a fondo el problema y determinar si realmente se trata de un problema mental del paciente. 
Al no actuar científicamente, sino presuntuosa e interesadamente para "vender medicamentos", suelen llevar a los sujetos sanos que han tenido o viven una situación anómala (paranormal o de cualquier otra índole difícil de asimilar) a una verdadera locura, con drogadicción incluida.

Veremos algunos tipos de errores de diagnóstico, donde una aparente esquizofrenia resulta ser un fenómeno paranormal y además, controlable. Para ello un extremo resumen de qué es la esquizofrenia:
Síntomas positivos: Alucinaciones, desorganización mental, confusión constante, delirios, nerviosismo incontrolable, etc.
Signos negativos:  Apatía, deseo de soledad, desinterés, falta de entusiasmo, falta de motivación absoluta, incluso la sexual.
Síntomas cognitivos: Pérdida de memoria, razonamiento ultra-lento, incapacidad para concentrarse, lentitud y/o incompletitud en el habla.
Signos emocionales:  Ansias suicidas, depresión, sensación de aislamiento no deseado, o lo contrario (deseo intenso de aislamiento), pasión desenfrenada alternada con apatía total (se llama ciclotimia).
 Ahora veamos qué pasa en los errores de diagnóstico, ya que cualquiera de esos síntomas, tomados a la ligera, pueden convertir a la persona en un “verdadero paciente”, por causa de los medicamentos que se administran sin verificar adecuadamente la etiología, que en muchos casos son "problemas" de la percepción (problema en tanto que no se sepa qué nivel de percepción tiene el paciente)

Decir que hay casos de iatrogenia en la psiquiatría es un gran error, porque la psiquiatría toda es una aberración producida por el mercado de la farmacopea. La neuropsiquiatría como ciencia, como campo de investigación, está demostrando cada vez más esta afirmación, ya que el cerebro humano puede producir todas las drogas necesarias, en la cantidad y calidad óptimas para el sujeto, sin efectos secundarios, sin daño ni adicción alguna. La psicología puede y debe dar al sujeto los estímulos adecuados para que su propio cerebro haga lo que tiene que hacer. Y si el procedimiento es el correcto, así sucede.

Ahora sí, veamos diferencias ejemplares entre una esquizofrenia real y un diagnóstico errado:

ALUCINACIONES
Pueden afectar a los cinco sentidos, pero lo más común es oír voces. En la mayoría de estos casos, no hay una regresión perceptiva, es decir que no se escuchan cosas que se haya escuchado antes, ni voces conocidas. Hemos podido diagnosticar algunos casos como verdaderos desarrollos de percepción extrasensorial, debido a que el sujeto no podía conocer los detalles dados por las “voces”, pero estos resultaron ser correctos. 

El verdadero esquizoide no escucha nada que pueda ser verificado, fuera de lo que ya conoce o forma parte de su pasado personal y/o familiar.
En algunas ocasiones, resultó que lo que se diagnosticaría como esquizofrenia era un desarrollo incontrolado de la telepatía. En algunos de esos mismos casos como forma secundaria, y en otros en forma exclusiva (sin telepatía cerebral), las personas oyen voces que no pertenecen a sujetos del entorno o el terapeuta ¿Entonces?...
Casi siempre se ha conseguido establecer una capacidad de contacto con entidades "astrales", como les llaman los parapsicólogos a los remanentes energéticos de las personas muertas, y los dividen en dos clases:
a) "Entidades" cuando se trata de la persona en si, o sea su alma o espíritu, la unidad de consciencia, la individualidad real, capaz de tomar decisiones y aprender.
b) "Cascarones" cuando es sólo el trasto energético, el fantasma que actúa mecánicamente como si fuese la persona muerta repitiendo lo que hacía en vida, 
Cualquiera de estas dos variantes según la parapsicología, y sea como sea, el caso, es que además de comprobarse cosas que estas ánimas le dicen al sujeto, éste aprende luego a no escucharles, con lo cual se acaba el problema.
De ese modo se resuelven dos cosas: El paciente comprende que lo que ocurre es un fenómeno que no debe preocuparle, aunque le ocupe durante algún tiempo. Con ello desaparecen la agitación, los estados depresivos, la desesperación, etc. y por otro, se evita la medicación que produce verdaderos vegetales caminantes, inútiles para si mismos, dependientes de drogas que si por algún motivo carecieran de ellas, podrían causar una tragedia a otros o suicidarse.
No resulta fácil evitar estas percepciones o lograr que el paciente deje de tenerlas, pero con el tratamiento e instrucción adecuada, no es preciso drogarlo ni tiene que ser su vida un infierno.
En la mayor parte de los casos, una vez que la persona comprende qué es y cómo debe manejar esa facultad (capacidad paranormal que mucha gente busca desarrollar), el tema deja de existir como “problema”. 

AGITACIÓN
No se pretenderá que una persona que está viendo o viviendo cosas que sabe que no son normales, esté tranquila, pero la agitación del esquizofrénico es muy distinta del nerviosismo de alguien que tiene una experiencia paranormal o cualquier otra que no es patológica. 

La agitación del esquizoide es un síntoma que aparece cuando ya lleva unas semanas medicado, porque está causada por los medicamentos, no forma parte de la sintomatología natural de la enfermedad.  De modo que además de diferenciar ambas clases de agitación, el terapeuta entrenado puede determinar por los ciclos y características de las agitaciones, si son producidas directamente por el medicamento o como síndrome de carencia de éste, interactuando con un médico clínico para proceder a la desintoxicación cuando ha determinado que el caso es de características paranormales y no patológicas. 

DELIRIOS
A veces es fácil determinar una verdadera esquizofrenia, porque las creencias obsesivas del sujeto no tienen base alguna, se contradicen en sí mismas, y su tratamiento no requiere medicación, sino una orientación de objetivos de vida. 
A veces se resuelve descubriendo la causa traumática del delirio, aunque no siempre la hay, pero muchos grandes visionarios han terminado encarcelados en psiquiátricos porque no se les ha escuchado o no se les ha entendido y se han diagnosticado equivocadamente como “delirios” o como “obsesiones” sus ideales, inventos o descubrimientos de cualquier orden. 
En algún momento, como resultado de las decepciones que le causan las personas del entorno, el sujeto puede sentir algo de apatía, un sentimiento depresivo, pero esto se contradice completamente con la sintomatología convencional, y sobre todo con los síntomas correspondientes a la otra sección sintomática anterior, es decir con la agitación. En el obsesionado por una causa no patológica, lo más habitual es la EUFORIA, que no hay que confundir con la agitación y que difiere en muchos aspectos de la agitación ciclotímica del que padece delirios. El delirante por esquizofrenia permanece más tiempo en situación de depresión que en agitación.
El obsesionado por causas no patológicas permanece más tiempo en euforia.

APATÍA
Los estados de la sintomatología, si son ciclotímicos, cabe pensar que se está realmente ante una enfermedad mental, pero  cuando los estados son asincrónicos, cuando la ciclotimia se compone de escasa apatía o abatimiento, permaneciendo en constante euforia, es más propia de un tren que quiere llegar a destino que de un desequilibrado fuera de la vía, entonces hay que considerar que esa persona puede no tener ni una sola neurona fuera de lugar. Es preciso en cualquier caso, atender a las PERSONAS como tales, que no suponerlas como “pacientes” antes de tiempo.


BRUJERÍA:
Dentro de este tema que afecta a miles o millones de personas en todo el mundo, con infinidad de hechos comprobados por la parapsicología, por más que la ortodoxia de mente cuadrada cierre los ojos y no quiera ver lo que no se puede arreglar con las pastillas que venden los psiquiatras, existe una serie de pautas comunes a todas las culturas del mundo en todas las épocas desde que se tiene registro histórico.
Ya los egipcios tenían, hace cinco mil años, una medicina que era mitad química empírica (fitoterapia y otras basadas en alopatía y remedios funcionales como las cataplasmas o las sanguijuelas), y la otra mitad era una mezcla de encantamientos y fórmulas mágicas, en parte ritualísticas, en parte inductivas. 
Hoy podríamos decir que si hacían efecto, eran pura acción de placebo, pero comparando la cuestión con las cosas comprobadas en estas últimas décadas, con gente que de la noche a la mañana aparece con las tripas llenas de clavos, o pelos de camello en islas del Pacífico o el centro de New York, no podemos decir que se trata "de tanto ver los Expedientes X" y mirar hacia otro lado.
A la ciencia del mercado no le interesa para nada que esas cosas sean conocidas, y tienen varias razones para ocultarlas. La primera es que sacar a la gente de los consultorios psiquiátricos, es quitar dinero a los laboratorios médicos. La segunda es que el Vaticano (y cualquier otra religión) tiende a perder creyentes, lo que en realidad equivale a "clientes esclavos", porque los sacerdotes no están preparados para efectuar exorcismo en casos así, que exceden sus conocimientos, y lo que les quite protagonismo les quita su monopolio. 
Por esa razón la Iglesia católica sólo reconoce un caso como posesión o de brujería, de entre muchos miles. Aunque es cierto también que en la mayoría de las ocasiones se está frente a casos de mitomanía (especialmente en las estigmatizaciones, que la iglesia también maneja con mucho cuidado y según sus conveniencias), ello no da pie a descartar la gran cantidad de casos de posesión producidas por entidades astrales, mediando brujerías o no. 

Hay casos en que las personas hacen farsas brujeriles, con objeto de retener a sus parejas o lograr asustar a alguien, pero no imaginan que siempre que se moviliza cosas en el psiquismo, se está abriendo una puerta de la que no se sabe lo que puede salir. 
El espectro vibratorio visible se ubica entre los 281,5 Billones y los 1126 Billones de Hz (Hertzios, o ciclos por segundo) donde comienza el ultravioleta. Pero más allá, hasta los 56.000 Billones de Hz, donde termina el ultravioleta y comienzan los rayos X, o hasta los cuatro trillones y medio de Hz donde acaban éstos y comienza el espectro de rayos cósmicos, existen infinidad de manifestaciones con algún grado de consciencia, o factores que son manejados, ya con conocimiento empírico, ya mediante avance científico metódico, por personas que no siempre tienen nuestra misma voluntad de servicio, respeto por las personas y todos los Seres, lo que en definitiva determina la ética en el manejo de estos conocimientos.
Por eso en nuestro servicio no es dado por cualquiera de los miles de personas que se publicitan como capacitadas para tratar estos casos, sino por personal con tanta ética como preparación científica y amplitud de criterios para enfrentar cada caso en particular. 
Si bien existen pautas generales que la experiencia va determinando, el método científico al tratarlas no puede ni debe descartar a priori, cualquier posibilidad.
En un porcentaje mucho mayor a la mitad de los casos en que una persona dice estar "embrujada", que siente que se le ha hecho algún mal utilizando brujería, lamentablemente tienen razón. 
No es fácil determinarlo, pero ocurre, ciertamente y existen métodos para salvar estas situaciones. Por suerte, ninguno necesita llegar a los extremos que se ve en las películas, porque no es preciso caer en las aberraciones técnicas y psicológicas en que suelen incurrir los religiosos, dándole a las entidades astrales un carácter de "poderoso señor de las tinieblas", "el mismísimo Satanás", "El Diablo en persona" ni tonterías por el estilo. 
En realidad ningún ente astral, ni el mismísimo Demonio -si existiera- puede tener más poder sobre una persona que la propia consciencia de la misma cuando se encuentra equilibrada e "iluminada" en el mejor sentido. 
Quitar una brujería requiere en gran parte educar a la persona para manejar su psicología. La otra parte, lo dejaremos a los expertos, porque incluye prácticas y técnicas imposibles de describir en una web, pero es necesario que la gente sepa básicamente lo siguiente:
1) Que ninguna de esas cosas que hace gente de baja consciencia y mucha crueldad e inconsciencia, que llamamos brujería, tiene un poder permanente. 
2) No existe brujería capaz de permanecer y dañar indefinidamente. 
3) Hay personas absolutamente inmunes a las más poderosas brujerías, generalmente porque tienen demasiado amor, no creen en ellas ni siquiera a nivel subconsciente.
4) Los exorcismos y limpiezas hechos con conocimiento real, no son traumáticos para los pacientes.
5) Una vez eliminados los elementos físicos y abstractos, al menos una parte de lo movilizado vuelve al brujo o bruja que haya hecho la movilización. Para explicar esto tendríamos que entrar en física cuántica y el tema es demasiado extenso, como para todo un libro.
Algunas cosas interesantes sobre estos temas, pueden encontrarse en el libro Reencarnación y el Viaje Astral de Ramiro de Granada, que consideramos muy recomendable como todos los libros de ese autor, aunque está escrito muy sencillo para la comprensión pública general, omitiendo términos científicos complicados.

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